Consejos psicológicos para la vuelta al cole

Para muchas personas el “año nuevo” empieza realmente con la vuelta al cole. Poner fin a las vacaciones y preparar el nuevo curso, supone resituarse y marcarse nuevos objetivos. Durante el verano, los niños han disfrutado de relax, tiempo libre y juegos sin fin. Pero con el inicio de septiembre todo son cambios, ajuste de horarios, planificación de nuevas actividades, nuevo curso, y en definitiva la vuelta a la rutina diaria.

Si a los adultos se nos hace difícil, para los niños puede ser uno de los momentos más duros del año. Por ello, debemos aplicar una serie de pautas los días previos al inicio escolar, para ponérselo más fácil y ayudarlos a hacer una vuelta al cole más llevadera. En este artículo os explicamos estas pautas, cómo planificar el nuevo curso y otros condicionantes específicos del regreso a la normalidad y a la rutina de este año.

Una vuelta al cole llena de incertidumbres

Hace ya bastantes meses que los más pequeños dejaron de ir a sus aulas, repentinamente y sin tan siquiera poder despedirse, algunos, de sus compañeros y profesores. Todo ha sido confuso y diferente debido al coronavirus.

La separación con el entorno escolar y con los padres ha supuesto para todos ellos una pérdida en muchos ámbitos, que ha afectado su evolución socioemocional. Así que la vuelta al cole este año es distinta y precisa tener en cuenta este apartado.

La edad del niño es un factor determinante respecto a cómo han vivido el confinamiento y cómo van a afrontar la vuelta al cole. Los más pequeños tienen todavía esa maravillosa habilidad de vivir el presente. No se anticipan y no están pensando en qué condiciones volverán al colegio. Viven ajenos a la posibilidad de rebrotes o futuros confinamientos. Sin embargo, los que ya son conscientes de la nueva normalidad con coronavirus, sí se plantean muchos interrogantes.

¿Qué preocupa de la vuelta al cole con la nueva normalidad?

Sus preocupaciones van desde cómo se organizarán los nuevos horarios, los espacios y la ubicación en las aulas o si seguirán con los mismos grupos. Si tendrán que llevar mascarilla en clase o si podrán practicar deporte. Y la pregunta del millón, ¿hasta cuándo va a durar esta situación?

Los adultos no tenemos respuestas para todas estas preguntas. No podemos controlar la evolución de la nueva normalidad, pero sí hay algo que podemos hacer para aliviar sus incertidumbres: transmitirles confianza y tranquilidad y, sobre todo, no proyectar nuestras preocupaciones y angustias sobre ellos.

Los niños son esponjas, así que podemos aprovechar para fortalecer su atención plena, su capacidad de disfrute del presente, del aquí y ahora.

Seguro que les puede preocupar ponerse enfermos, pero si se aplican las medidas adecuadas de seguridad y protección, y la situación no está descontrolada, también es seguro que prefieren retomar la rutina, ir a la escuela, socializar, jugar con sus amigos y no estar confinados en casa.

¿Cómo preparar a los niños para el menor impacto?

Como adultos debemos gestionar sus preocupaciones y fomentar momentos de conexión y complicidad. Crear espacios de comunicación sincera para que ellos verbalicen y expresen sus miedos, para poder canalizarlos y enfrentarse a ellos.

Y al mismo tiempo alimentar la ilusión por volver al cole, recordarles los buenos momentos vividos en las aulas, con sus compañeros y profesores, sus materias preferidas… Que sean conscientes que, aunque habrá diferencias, podrán volver a disfrutar del colegio.

Los padres también podemos ir anticipando las medidas de seguridad que deberán aplicar en las aulas: la higiene y el lavado de manos constante, el distanciamiento y el uso correcto de mascarilla. Ir practicando en casa con las tareas domésticas para que vayan tomando consciencia de lo que van a vivir en el cole.

Pautas para una vuelta al cole más fácil

Pero la vida sigue y como viene siendo habitual todos los años, los niños y las niñas, acabadas la vacaciones deberán recuperar una serie de rutinas que habitualmente se pierden durante el verano. Y siempre resulta complicado de gestionar, si no se planifica correctamente.

La forma en cómo viven estos cambios es muy particular. Algunos, incluso, pueden presentar una especie de síndrome post-vacacional caracterizado por cansancio, tristeza, irritabilidad, apatía, ansiedad o falta de atención.

Así que os contamos qué pautas aplicar para gestionar la vuelta al cole.

Período de adaptación

Los últimos días de agosto y los primeros de septiembre es muy importante empezar a incorporar las rutinas del próximo curso, para que cuando llegue el primer día de cole estén más preparados física y mentalmente.

  • Ajustar la hora de levantarse y acostarse de manera paulatina.
  • Incorporar actividades que faciliten la concentración y la atención, como la lectura o la realización de ejercicios, para irse acostumbrando al trabajo intelectual.
  • Retomar los hábitos de alimentación saludable, tanto en horarios como en comidas equilibradas. Te puede ser de ayuda el artículo 10 claves para seguir una alimentación saludable.
  • Motivarlos enfocando la vuelta al cole como algo positivo: ver a sus amigos, conocer a nuevos compañeros, pasar al cole de mayores…

Preparación emocional

Hablar con los niños sobre lo que piensan y sienten ante el nuevo curso, les ayudará a rebajar sus inseguridades.

  • Charlar en confianza planteándoles ciertas preguntas para identificar qué es importante para ellos: qué actitud quieren asumir este próximo curso, qué tipo de alumno y de amigo quieren ser, y cómo les gustaría verse o sentirse al mirar hacia atrás una vez termine.
  • Visitar las instalaciones del colegio, sobre todo cuando cambian de centro o es el primer año, puede ser recomendable.
  • Evitar la ansiedad por la separación de los padres que algunos de los más pequeñitos experimentan. Es importante establecer rutinas a la hora de dejarlo en el cole, mostrándole mucho afecto y cariño, realizar una despedida breve y explicarle cuando y quién lo recogerá.

Planificar el nuevo curso

Para aumentar la sensación de control conviene planificar la vuelta al cole e incluso implicarlo en las tareas. Que participen en la preparación: poner a punto los materiales, la mochila, si hay que hacer compras, en la elección de la ropa para el primer día o preparar el uniforme. Marcar como van a ser los horarios de tareas y estudio, de extraescolares, de practicar deporte…

Todo esto les servirá de ayuda para que afronten el momento con mayor motivación y les disminuirá la ansiedad. No olvidemos que es normal que nuestros niños y niñas experimenten una amalgama de pensamientos y emociones al empezar un nuevo curso, pero podemos ayudarles a gestionarlo mejor.

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