El yoga es, sin duda, una de las actividades de moda en los últimos años. Es una disciplina tradicional que se lleva practicando en tierras hindúes desde hace siglos. Aterriza en occidente a partir de los años 60, y poco a poco va popularizándose como una actividad que conjuga lo físico, lo mental y lo espiritual. En la actualidad la práctica del yоga se ha democratizado gracias a la labor que han venido realizando los gimnasios, los talleres, los divulgadores y las redes sociales.
Yoga, una actividad centenaria con día propio
El Día Mundial del Yоga se celebra el 21 de junio de cada año. Este día se promulgó en el 2014 por la ONU con el objetivo de dar a conocer los beneficios que aporta esta disciplina milenaria para nuestro cuerpo y nuestra mente. En el discurso de promulgación el primer ministro indio, Narendra Modi, dijo que «el yoga es un don inestimable de nuestra antigua tradición«. Su intención era la concienciación de sus beneficios.
Esta práctica física, mental y espiritual se originó en la India, pero en la actualidad se practica con éxito en todo el mundo. Actualmente existen diversas formas de yoga y el número de seguidores es cada vez mayor en todo el mundo.
A nivel general el yоga consta de tres partes diferenciadas
- Pranayama o ejercicios de respiración
- Asanas o posturas
- Meditación
Las dos primeras dimensiones son instrucciones que se utilizan para llegar al fin último: la meditación.
Beneficios del yoga para nuestra vida diaria
El yоga armoniza cuerpo, mente y espíritu. Por un lado, nos ayuda a mantener la forma física y por otro, nos permite relajarnos e instaurar una sensación de bienestar en nuestro día a día.
El yоga cumple ambos objetivos: es un entrenamiento físico, pero también puede considerarse una práctica espiritual. Esto no significa que los que practican yоga deban creer en algo o alguien, simplemente llega a crearse un entorno en el que la persona puede meditar -o no- sobre lo esencial en la vida.
Muchos expertos en la materia señalan que el yоga puede servir como terapia, especialmente en enfermedades originadas por el estrés y la ansiedad, pero también en el alivio de ciertos dolores físicos. No cura enfermedades, pero sí ayuda a mejorarnos y a reconducir los síntomas. Su práctica nos ayuda a respirar mejor, a calmarnos, a relativizar las cosas, a mejorar la salud mental.
Hoy en día mucha gente busca alternativas para asegurar su bienestar físico y emocional. Y es que en este mundo tan vertiginoso todos buscamos algo de calma y relax. El yоga ayuda a producir una sensación de placidez a corto y medio plazo. Y si lo acompañamos de mindfulness -o la atención plena- nos permite disminuir nuestro estrés.
El mindfulness, o la atención plena, ¿en qué consiste?
El Mindfulness es una práctica que procede de las técnicas contemplativas de Oriente y aboga por usar la mente a nuestro favor. Es el acto de prestar atención en el momento presente. Es tener conciencia plena en todo momento, hagamos lo que hagamos. Por eso, el yоga y la conciencia plena pueden ir tranquilamente de la mano.
Es el doctor neoyorquino Jon Kabat-Zinn el que populariza este método para aliviar el sufrimiento en las personas enfermas de dolencias crónicas. Impulsó un programa de reducción del estrés y relajación orientado a mitigar el sufrimiento de pacientes sin soluciones médicas a su dolor.
El mindfulness es una técnica que combina:
- La inteligencia emocional
- La meditación
- Las técnicas de relajación.
La atención plena nos ayudará a vivir de otra manera, afrontaremos los problemas con mayor serenidad, honestidad y optimismo.
Cinco ejercicios muy básicos del yoga para principiantes
Repasemos ahora cinco de las posturas más importantes en el yоga:
- La postura de la montaña es una asana -postura- simple pero exigente. Se trata de permanecer de pie, con las piernas en tensión y los pies paralelos, Gira los hombros hacia atrás, levanta el pecho. Las manos deben estar abiertas como si estuvieran cargando energía. Posteriormente, puedes juntar las manos en el pecho. Al respirar se expande el pecho y se abren los hombros, dando sensación de amplitud. Cierra los ojos y haz 10 respiraciones lentas y profundas. Así, se toma conciencia del cuerpo y se inicia la relajación.
- Partiendo de la postura anterior puedes llegar a la postura del árbol, una postura clásica, fácil de realizar. Se trata de apoyar una planta del pie en el suelo y otra en el muslo dibujando una especie de triángulo entre las piernas. Puedes dejar las manos como las tenías en la anterior postura.
- La postura del corredor es una postura intermedia normalmente utilizada en las transiciones a otros ejercicios. Tocamos el suelo con las manos, la pierna de delante la tenemos recogida aguantando el peso del resto del cuerpo y la pierna trasera extendida al máximo.
- El asana que os vamos a proponer es la utkatasana o postura de la silla. No os negaremos que es ciertamente severa. Las rodillas deben permanecer flexionadas, todos los muslos deben ir en paralelo a la superficie y se debe ir respirando e inspirando con ayuda de los brazos elevándolos hacia arriba del todo.
- La asana o postura más célebre es la savasana o postura del cadáver, que para realizarla necesitaremos toda nuestra concentración. Debemos extendernos en el suelo con las palmas de las manos hacia arriba. Bebemos buscar la máxima relajación mediante una respiración muy profunda y acompasada.
Yoga y Mindfulness unas disciplinas para todas las edades
Desde niños pequeños, adultos, ancianos, embarazadas… Tanto el yоga como en el mindfulness admiten a todas las personas sin discriminación alguna. Existen muchas actividades diseñadas por expertos para los más pequeños de la casa, o para los más mayores.
Y bien, una vez analizados los beneficios aparejados a estas dos disciplinas. ¿A qué esperas para comenzar a practicarlas? El tiempo corre y puedes dedicarte un tiempo valioso. Si te ha gustado este artículo, a buen seguro que este otro sobre los cuidados también te resultará interesante. ¿Por qué no pruebas a cuidarte desde mañana mismo?