Como cada verano, seguro que irás a la playa. De norte a sur, nuestros mares ofrecen cantidad de propuestas para hacer deportes náuticos. Además, la ciencia ha demostrado que entrenar a orillas del mar tiene algunas ventajas adicionales muy interesantes: resistencia cardio, fortalecimiento muscular, quema de calorías, relax… ¿Qué dicen las investigaciones sobre el efecto de la arena y el agua de la playa en el cuerpo y en la mente?
Beneficios del deporte en la playa
Entrenar en la arena no es novedoso, incluso muchos equipos y deportistas profesionales aprovechan el clima cálido del verano para ejercitarse en la playa. Lo hacen porque se ha probado que un entorno natural es más beneficioso para la actividad física de lo que puede ser el gimnasio.
Te pones en forma más rápido
Informes como éste de Pinnington y Dawson, publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de los Estados Unidos, evidencian que entrenar sobre la arena aumenta el «coste energético» del ejercicio. En comparación con la hierba, hace falta hasta un 50% más de energía para el entrenamiento aeróbico y hasta un 150% más para el entrenamiento anaeróbico en la arena. Es decir, a igual tiempo de actividad física se consumen más calorías.
Por esto te ejercitas más rápido. Si tienes que quemar grasa para llegar a tu peso ideal o mantenerlo, la playa se convertirá en tu mejor aliada.
Previenes lesiones y amortigua el impacto en las articulaciones con un deporte en la playa
La suave superficie de la arena ayuda a amortiguar el impacto de las extremidades y las articulaciones contra el suelo. Recuerda que acciones tan simples como detener el movimiento del cuerpo crean fuerzas de desaceleración que tus piernas absorben. Si has sufrido lesiones, la arena acelerará tu rehabilitación. Y si tienes la suerte de no haber padecido ningún problema muscular ni articular, entonces los previene para un futuro.
Por otro lado, la arena facilita las actividades físicas que causan molestias por el desgaste de las articulaciones y los tendones. Al ser menor el impacto, podrás practicar deportes que no puedes hacer en el asfalto de la ciudad por la inflamación de los tobillos y las rodillas. ¡Participa en torneos de fútbol, voleibol y otros!
Ganas más fuerza entrenando en la playa
Si te estás preparando para un nuevo año de exigencia con tu equipo de deporte, independientemente de la disciplina que practiques, la playa será tu pretemporada. Diversos estudios han evidenciado que hacer ejercicio en superficies inestables ayuda a mejorar la participación de los músculos centrales en el entrenamiento.
La actividad física en la arena hace que trabajen fibras y músculos que no lo suelen hacer, impidiendo que se debiliten como consecuencia de ello.
En particular destaca el fortalecimiento del core, la parte central del cuerpo, esencial para que alcances tu máximo rendimiento en el deporte y al entrenarte.
Reduces el dolor muscular post actividad física
Suele pasar que cada vez que vas al gimnasio, te duele el cuerpo. Aprovecha entonces tus vacaciones para ejercitarte en la arena con la seguridad de que no tardarás tanto tiempo en recuperarte. El experto Franco M. Impellizzeri lideró unos ensayos con jugadores de fútbol británicos, demostrando que el nivel de dolor muscular en los profesionales que entrenaban en la arena era mucho menor que el de aquellos que lo hacían en superficies más firmes, debido a la reducción del daño muscular por los impactos.
Lograrás mayor resistencia y fuerza con un deporte en la playa
Entrenando este verano en la arena deberías conseguir una mayor explosividad, resistencia y fuerza que haciéndolo sobre la hierba. El mismo especialista -Impellizzeri- descubrió que ejercitarse en la playa es esencial para conseguir una mayor velocidad en sprints de 10 y 20 metros, una situación que se da en prácticamente todos los deportes.
Beneficios mentales del deporte en la playa
No sólo tu cuerpo agradecerá el entrenamiento en la orilla del mar. Hacer deporte en la playa es una actividad divertida y placentera que promueve la salud mental. Sabemos que el sonido de las olas del mar ayuda a reducir los niveles de estrés, y sentir cómo el suelo se hunde levemente bajo nuestros pies descalzos produce una sensación de rejuvenecimiento. Se recomienda practicar deporte en la playa y sin calzado si se tienen problemas de ansiedad o depresión.
Los rayos del sol y la vitamina D absorbidos al estar al aire libre también ayuda a reducir los síntomas de ciertos trastornos mentales al liberar serotonina, una hormona responsable del estado de ánimo y la felicidad. Estos efectos positivos en el cerebro duran varias horas, por lo que estarás de buen humor prácticamente todo el día.
La Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness afirma que ejercitarte al aire libre puede «aumentar tu vitalidad, mejorar el bienestar y autoestima». Aprovecha la temporada de playa para practicar diversos deportes: surf, nadar, voleibol, windsurf. ¡Verás qué bien te sientes y cómo aporta cantidad de beneficios en mente y cuerpo!