Afortunadamente, poco a poco vamos saliendo de este tiempo tan difícil que nos ha mantenido lejos de los nuestros y de nuestras rutinas. Pero, ahora que estamos a un paso de que todo esto sea un mal recuerdo, es momento de empezar a disfrutar y a recuperar todo este tiempo. No sólo en este momento, muchas veces nos preguntamos cómo podemos reponer esos momentos perdidos por la falta de tiempo o por no priorizar correctamente. ¡Recuperemos el tiempo perdido!
¿Qué hacer para recuperar el tiempo perdido?
Esta pregunta nos la hacemos en muchos casos porque tenemos esa sensación de no poder recuperar el tiempo pasado. Sin embargo, podemos hacer que el presente que tenemos cuente con mayor fuerza.
Es muy probable que después de esta época deseemos que vengan momentos de disfrute absoluto. En consecuencia, después de haber pasado tanto tiempo en casa, es clave buscar actividades que nos gusten, que nos atraigan. Con otras palabras, que hagamos planes que nos motiven, rodeados de las personas que nos hagan felices. Ahora podemos ser más conscientes de nuestros ratos de ocio, de lo que queremos hacer para disfrutar de nuestro tiempo.
Viajar con conciencia
Sin duda, hacer un viaje, en solitario, con amigos, en familia, etc., es una de las mejores maneras de recuperar el tiempo perdido. Viajar nos aporta bienestar, ya que podemos experimentar una sensación de libertad que nos ayudará a disminuir el estrés y la tensión que nos generan las obligaciones cotidianas.
Además, incrementa nuestros conocimientos en diversos ámbitos. Nos permite descubrir nuevas culturas, idiomas, gastronomía, y tradiciones del destino que elegimos para descansar o para nuestra “aventura”. En consecuencia, aprender y conocer nuevos países o lugares nos puede hacer personas más tolerantes, flexibles y adaptables a los cambios. A su vez, relacionarse con hombres y mujeres de otras latitudes mejora la comunicación y elimina prejuicios. Y si decidimos relacionarnos con las gentes del lugar podemos entablar nuevas amistades que nos marquen para el resto de la vida.
Pero si decidimos viajar acompañados es probable que creemos un lazo más fuerte con esa persona. La convivencia en las situaciones difíciles o alegres, que ocurran en la travesía nos harán crear unos momentos juntos que recordaremos siempre.
Otro de los beneficios de viajar es que simplemente nos sentimos felices al diseñar nuestro itinerario y las actividades que realizaremos. Podemos planear todos los detalles, o tal vez, queramos “dejarnos llevar” por el viaje. Si eres una persona muy organizada seguramente preferirás tener todo planificado, pero si dejas que el viaje te conduzca, seguro que encontrarás lugares y gentes que jamás habrías conocido. En definitiva, realizar un viaje nos hará liberarnos del estrés, mejorar nuestro humor, tomar distancia de lo cotidiano y aprender de los demás.
Pasar tiempo al aire libre
Este año hemos valorado más que nunca la necesidad de estar en contacto con la naturaleza. Pasar tiempo al aire libre es algo que estamos disfrutando cada vez más. Por eso, organizar un pícnic con amigos, hacer una ruta, leer un libro en el parque, o simplemente caminar son excelentes planes. Aprovecha los beneficios que te aporta la naturaleza, ya que mejoran tu bienestar físico y mental.
Otro de los beneficios de estar al aire libre es disfrutar de los rayos del sol sobre nuestra piel. La exposición al sol (siempre que no sea abusiva) nos aporta beneficios para nuestro organismo: mejora algunas enfermedades dermatológicas, ayuda a generar la vitamina D, mejora nuestro estado de ánimo, etc.
Y cómo no, dar un paseo al aire libre es altamente recomendable para reducir la presión y tensión a la que estamos sometidos en nuestro día a día.
Recuperar el tiempo sin nuestros seres queridos.
Una de las peores cosas de estos tiempos es el alejamiento que hemos sufrido de los seres queridos. Nos hemos vueltos expertos en videollamadas, en aplicaciones informáticas y en redes sociales. Incluso los más mayores han aprendido a utilizarlas como si de verdaderos expertos se tratara.
Pero nada reemplaza el contacto físico con el otro. Por eso, recuperar el tiempo perdido con familiares y amigos es realmente imperioso en estos momentos, aunque todavía debemos realizarlo con muchas precauciones.
Hemos perdido cumpleaños, nacimientos, bodas, etc. por lo que ver a nuestra gente es fundamental, no solo porque nos hace bien, sino también para volver a socializar como antes. Los seres humanos necesitan del contacto físico, y en este tiempo hemos aprendido rápidamente esta lección. Pero tampoco debemos olvidar que es necesario dedicarnos un tiempo para nosotros, aunque sean unos pocos minutos al día.
Gestionar mejor los tiempos
Mejor que nunca hemos aprendido lo difícil que es gestionar el tiempo cuando estamos en casa trabajando. Nunca habíamos estado “en la oficina” tanto tiempo. Y es que es difícil desconectar del trabajo si siempre lo tienes a la vista. Pero, está claro que estar sentados frente a una pantalla todo el día no es bueno para nadie.
Por esta razón, administrar bien los tiempos es, aunque no lo creas, otra buena manera de recuperar el tiempo perdido. Debes aprender a desconectar del trabajo y tener ratos de ocios que te permitan liberarte del estrés diario.
¿Cómo lo puedes hacer? Establece horarios para trabajar y para tu ocio. Respeta esos horarios, ya que impactará positivamente en tu salud.
Disfrutemos del verano
Y ¡qué mejor que la época estival para disfrutar y hacer planes! El verano es, sin duda, la mejor estación para pasarlo bien porque los días son más largos y las temperaturas muy agradables.
Aprovechemos para disfrutar del relax que nos proporcionan las vacaciones o para realizar aquellas actividades más locas. Prueba a practicar tus deportes favoritos, o tal vez, prefieras dedicarte simplemente a relajarte.
Recupera el tiempo perdido realizando las actividades que mejor te hagan sentir. No hay normas, cada uno elige aquello que le ha faltado en los últimos tiempos. Disfruta de tu verano decidiendo en conciencia que actividades quieres priorizar ¡Disfruta de tu tiempo!