Algunos afirman que es la panacea, mientras que otros lo desaconsejan rotundamente. El ayuno intermitente sigue generando gran controversia entre los profesionales de la salud, no solo cuando se trata de la diabetes sino en muchos otros casos como la pérdida de peso o los problemas cardiovascular. Pero ¿qué dice la evidencia al respecto? ¿Qué hay de cierto en lo que dicen unos y otros?
En este artículo vamos a intentar resolver todas estas dudas y analizar los beneficios y riesgos del ayuno intermitente.
¿Qué es el ayuno intermitente?
No podemos hablar de los beneficios y riesgos sin antes conocer qué es el ayuno intermitente.
Aunque hay quien habla del ayuno intermitente como una dieta, lo cierto es que más que una dieta es una estrategia dietética en la que se distribuyen los horarios de la comida de una forma particular. No se trata pues de qué hay que comer o dejar de comer, sino de cuando hay que hacerlo.
Pero el concepto de ayuno intermitente es muy amplio, y hay que entender que existen infinidad de modalidades muy diferentes entre sí. Desde el ayuno clásico de las 10-12 horas, que de forma inconsciente ya practicamos si cenamos pronto y no desayunamos hasta un rato después de habernos levantado, hasta ayunos más restrictivos como el 5:2, que consiste en comer de manera habitual durante 5 días, y ayunar o reducir al máximo la ingesta energética durante los 2 días siguientes.
Otras modalidades intermedias son, por ejemplo, el ayuno 16:8, que consiste en repartir las comidas diarias durante 8 horas y dejar de comer las 16h restantes, o el OMD (One Meal a Day, por sus siglas en inglés) que se basa en hacer una única comida diaria, asegurando una correcta hidratación.
Beneficios del ayuno intermitente
Si bien es cierto que se han atribuido numerosos beneficios al ayuno intermitente, hay que ser prudentes a la hora de recomendar esta estrategia dietética a la población, ya que no todos los beneficios cuentan con un respaldo científico. En algunos casos, además, estos beneficios son alcanzables sin recurrir al ayuno. Es por ello que se debe valorar muy bien qué opciones existen y cuál se ajusta más a las necesidades o situación de cada persona.
Vamos al grano, ¿qué beneficios están actualmente demostrados sobre el ayuno intermitente?
- Puede promover la pérdida de peso aunque es importante matizar que esto se puede conseguir con otras estrategias dietéticas, por lo que puede que no siempre sea la opción más recomendada para las personas que quieren adelgazar. Como es lógico, los resultados pueden ser muy diferentes según cómo sean las comidas que se hacen durante las horas que no se ayuna.
- Mejora de la salud cardiovascular si bien en este caso tampoco queda todavía claro si la mejora se debe al propio ayuno, o bien a la pérdida de peso que consiguieron las personas participantes en los diferentes estudios. En cualquier caso, se sospecha que el ayuno intermitente podría tener efectos positivos en el control de la tensión arterial y los niveles sanguíneos de colesterol LDL y triglicéridos.
Ayuno intermitente y diabetes
La Diabetes Mellitus (DM) es una enfermedad crónica que se caracteriza por valores de azúcar en sangre (glucemia) anormalmente elevados provocados por un déficit o una función ineficiente de la insulina.
La diabetes, además, se relaciona con un mayor riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.
Algunos estudios han observado que el ayuno intermitente podría contribuir a una mejora en el control del azúcar y la insulina en sangre, especialmente en aquellas personas con obesidad y/o con diabetes tipo 2.
Riegos del ayuno intermitente
Podríamos decir que, en los últimos años, el ayuno intermitente ha generado adeptos y detractores a partes iguales. Y es que, a pesar de los posibles beneficios que se le atribuyen, puede conllevar un riesgo para la salud si se practica sin la supervisión de un profesional de la salud. Un mal planteamiento del ayuno intermitente se relaciona con numerosos efectos negativos, como las cefaleas o dolor de cabeza, alteración del sueño o irritabilidad.
Las carencias o déficits nutricionales son otros de los posibles riesgos si la pauta de ayuno no se ajusta a nuestras necesidades.
En algunos casos, además, el ayuno intermitente puede estar totalmente desaconsejado si se presentan algunas situaciones previas, como, por ejemplo:
- Personas con trastornos de la conducta alimentaria
- Edad infantil y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia materna
- Personas con insomnio u otras alteraciones del sueño
- Episodios de estrés y/o ansiedad recurrentes
- Personas con un bajo porcentaje de grasa corporal o que tengan un objetivo de aumento de la masa muscular
El ayuno intermitente puede ser de gran ayuda para algunas personas, como es el caso de aquellas que padecen diabetes. En otros casos, sin embargo, puede estar también totalmente desaconsejado. Es por ello que deberíamos dejarnos aconsejar siempre por un profesional de la salud antes de realizar un cambio como éste en nuestra dieta.