Vida Sin Gluten
Etiquetado
El gluten es uno de los 14 alérgenos que deben declararse de forma obligatoria en el etiquetado de los alimentos. Podemos identificar los diferentes alérgenos dentro del listado de forma sencilla, ya que se presentan siempre destacados del resto de ingredientes, por ejemplo, en negrita. Es decir, si se utiliza trigo para elaborar unas galletas, este aparecerá en negrita en el listado de ingredientes. Además de entre los ingredientes utilizados de forma voluntaria, un alérgeno puede estar presente en un alimento en forma de trazas, pero ¿sabes qué significa este concepto?
Las trazas son pequeñas partículas de un alérgeno que se pueden presentar de forma involuntaria y/o inevitable en un alimento. Los fabricantes, de forma voluntaria, nos alertan de esta posible presencia a través del etiquetado precautorio. Podrás encontrarlo junto al listado de ingredientes como “Puede contener trazas de…” .
Además, en el envase de los productos sin gluten también podemos encontrar un símbolo indicativo de que el producto es “Sin gluten”. A nivel europeo, encontramos una certificación europea conocida como “Espiga Barrada”.
Contaminación cruzada
- Ten cuidado al almacenar los alimentos. Para evitar que puedan caer migas de alimentos con gluten a los que no tienen gluten, se recomienda situar los productos sin gluten en las zonas altas de los armarios.
- Las superficies donde se preparen alimentos sin gluten deben estar limpias. De igual manera, debemos asegurarnos de lavarnos bien las manos.
- En caso de preparar un plato sin gluten y otro con gluten, siempre preparar primero el plato que no contiene gluten.
- Los alimentos compartidos pueden ser una fuente de contaminación. Por ejemplo, aquellos que suelen untarse en el pan como la mantequilla o la mermelada, aunque no tengan gluten, pueden contaminarse.
- En caso de los utensilios, es recomendable no utilizarlos de madera, ya que estas son porosas y pueden ser difíciles de limpiar. No es necesario tener utensilios específicos, pero sí debemos asegurarnos de limpiarlos de forma adecuada si han estado en contacto con alimentos con gluten.
- No reutilices aceite con el que ya se han cocinado alimentos con gluten.
- Ten un control de los trapos, manteles y los delantales. En la ropa pueden adherirse restos de gluten y pueden ser una fuente de contaminación cruzada.
- Pon atención en los pequeños electrodomésticos como tostadoras o sandwicheras, cuyo uso se recomienda que sea exclusivo para productos sin gluten. El horno no es necesario que sea exclusivo, pero sí debemos limpiarlo adecuadamente antes de preparar el plato sin gluten.
- Una vez sentados a la mesa, evita compartir cubiertos, utilizar manteles individuales, situarse lejos del pan y otros alimentos con gluten. Y en caso de compartir un plato, servirse antes.
- Ten cuidado al almacenar los alimentos. Para evitar que puedan caer migas de alimentos con gluten a los que no tienen gluten, se recomienda situar los productos sin gluten en las zonas altas de los armarios.
- Las superficies donde se preparen alimentos sin gluten deben estar limpias. De igual manera, debemos asegurarnos de lavarnos bien las manos.
- En caso de preparar un plato sin gluten y otro con gluten, siempre preparar primero el plato que no contiene gluten.
- Los alimentos compartidos pueden ser una fuente de contaminación. Por ejemplo, aquellos que suelen untarse en el pan como la mantequilla o la mermelada, aunque no tengan gluten, pueden contaminarse.
- En caso de los utensilios, es recomendable no utilizarlos de madera, ya que estas son porosas y pueden ser difíciles de limpiar. No es necesario tener utensilios específicos, pero sí debemos asegurarnos de limpiarlos de forma adecuada si han estado en contacto con alimentos con gluten.
- No reutilices aceite con el que ya se han cocinado alimentos con gluten.
- Ten un control de los trapos, manteles y los delantales. En la ropa pueden adherirse restos de gluten y pueden ser una fuente de contaminación cruzada.
- Pon atención en los pequeños electrodomésticos como tostadoras o sandwicheras, cuyo uso se recomienda que sea exclusivo para productos sin gluten. El horno no es necesario que sea exclusivo, pero sí debemos limpiarlo adecuadamente antes de preparar el plato sin gluten.
- Una vez sentados a la mesa, evita compartir cubiertos, utilizar manteles individuales, situarse lejos del pan y otros alimentos con gluten. Y en caso de compartir un plato, servirse antes.
Fuera de casa
Cuando salimos de casa, puede resultar complejo seguir una dieta sin gluten. Como nosotros no somos los encargados de elaborar los platos, es importante asegurarnos de que el plato que consumimos sea libre de gluten. Esto todavía puede complicarse más cuando las comidas se celebran en casas de familiares y amigos ya que, por falta de conocimientos o de práctica, el control de la contaminación cruzada puede ser más complicado.
En los restaurantes, disponemos de la carta. En esta, habitualmente encontraremos una referencia, ya sea escrita o visual, que nos permitan identificar los platos sin gluten. Además, el personal del establecimiento debe conocer la información relativa a los alérgenos, aunque no todos tienen los conocimientos suficientes de las precauciones que hay que tomar. Pero ¿cómo sabemos qué restaurantes están preparados para ofrecer menús sin gluten?
¿Dónde puedo comer?
Encontrar un sitio que nos ofrezca todas las garantías sanitarias es fundamental para cualquier persona ya que, al comer en un establecimiento, nuestra salud puede verse comprometida por las prácticas de manipulación de los alimentos. Las personas celíacas deben tener en cuenta, además, que esos establecimientos garanticen un servicio libre de gluten.
Para ello, es importante tener una buena planificación, llamar al restaurante antes de acudir y elegir un restaurante con formación adecuada para servir a comensales celíacos.
Actualmente, la tecnología lo pone algo más fácil. Organismos como la Federación de Asociaciones de Celíacos de España pone a nuestra disposición un listado de restaurantes y hoteles con alternativas libres de gluten certificadas a través de su app FACEMOVIL. Otros como la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten, nos ofrecen esta información a través de un mapa interactivo. Fuera de los organismos oficiales, podemos encontrar páginas web especializadas. Por último, las apps de reseñas de restaurantes también pueden ofrecernos información interesante, aunque es importante llamar al restaurante para asegurarnos de que la información es correcta.
Viajar sin gluten
Cuando planificamos un viaje, nuestra alimentación tiene que ser otro de los aspectos a incluir, como la compra de los billetes de avión o la organización de la maleta. Para ello, podemos seguir los siguientes consejos:
- Busca y elabora una guía de restaurantes/hoteles con menú libre de gluten en las ciudades que vamos a visitar. A nivel nacional, puedes consultar también con las asociaciones de celíacos de las comunidades autónomas que vas a visitar. También podemos hacer la consulta a nivel internacional a través de sus distintas organizaciones.
- Planifica tu itinerario teniendo en cuenta el primer punto, asegurándote de que esos establecimientos ofrecen comida sin gluten mediante contacto telefónico o por correo electrónico.
- Antes de seleccionar un alojamiento, asegúrate de que estos están preparados para atender a personas celíacas.
- Si nuestro viaje en avión es largo, asegúrate de que la aerolínea dispone de menú sin gluten, resérvalo con antelación (si es posible) y unos días antes de volar, contacta con la compañía para confirmarlo. En caso contrario, recuerda que aunque no puedes subir líquidos al avión, sí puedes llevar sólidos.
- Si viajamos al extranjero, es importante conocer palabras clave como “sin gluten”, “celíaco” o “trazas” en el idioma local. También puedes utilizar recursos como las cartas en 54 lenguas de Celiac Travel, las cuales te serán útiles para explicar en otros idiomas la celiaquía.
- Añade un kit de supervivencia a tu maleta. Disponer de alimentos envasados que no necesiten de refrigeración puede ser una gran idea, ya que podemos encontrarnos situaciones durante el viaje donde nuestras opciones sin gluten estarán limitadas.
- Los buffets libres pueden ser un punto de contaminación cruzada, ya que son los huéspedes los que se sirven y pueden cruzarse utensilios (pinzas del pan u otro alimento con gluten a uno sin gluten, migas, etc.). En estos casos, la mejor opción será contactar con el personal del restaurante para que nos preparen un plato que provenga directamente de cocina.
- Internet puede ser una buena fuente de información. Buscar reseñas de otros viajeros celíacos puede darnos una idea de las opciones que encontraremos en nuestro destino. Por eso, los blogs sobre viajes sin gluten pueden ser una buena fuente de información. Eso sí, siempre deberemos confirmar la información con el restaurante/hotel para asegurarnos.
- Algunas agencias de viajes nos ofrecen itinerarios completos adaptados para poder disfrutar de alojamientos y experiencias libres de gluten.
- Puedes consultar el listado de asociaciones de celíacos a nivel mundial en el siguiente enlace.
Fuera de casa
Cuando un niño es diagnosticado con celiaquía, la educación tanto del pequeño como de la familia sobre qué es y qué implica será fundamental. Los adultos deben ser muy conscientes de los alimentos que contienen y no contienen gluten y de las buenas prácticas de manipulación e higiene necesarias para preparar estos platos. Puedes consultarlas de nuevo en la sección Contaminación Cruzada.
Para los peques, al principio puede ser complicado adaptarse, pero enseñarles lo que implica la celiaquía será la clave para seguir una dieta libre de gluten con éxito. Para esto, podemos utilizar materiales de aprendizaje como los que nos ofrecen organismos como la FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos de España).
Y en casa, podemos colaborar en la normalización de este cambio alimentario preparando junto a él nuevos platos. Involucrarlo de esta forma en la cocina le enseñará también a evitar la contaminación cruzada, un concepto clave.
En el colegio
El colegio va a ser un punto importante en la adaptación a la alimentación sin gluten. Es importante tener en cuenta que, aunque nuestro niño/a no coma habitualmente en el colegio, pueden producirse situaciones como fiestas, cumpleaños o excursiones donde sí habrá comida. Por ello, y en primer lugar, debemos informar al centro de que nuestro niño/a ha sido diagnosticado con celiaquía o con sensibilidad al gluten no celíaca. De esta manera, podrán poner en práctica actuaciones para asegurar que nuestro pequeño sigue una alimentación libre de gluten. El personal del centro deberá estar familiarizado con términos como trazas o contaminación cruzada, con el fin de evitar situaciones que pueden suponer un riesgo. Incluso en los más pequeños, los materiales escolares deben ser un punto de atención, ya que, aunque manipularlos no es un problema, podrían llevárselos a la boca.
Dicho esto, es importante tener en cuenta que se trata de niños/as. Y que por ello, debemos asegurarnos de que la celiaquía no sea un impedimento para que se sienta integrado/a. Para ello, los docentes pueden realizar actividades educativas sobre la celiaquía. De esta manera, el resto de alumnos/as podrán comprender las implicaciones que tiene y el motivo por el que su compañero/a come diferente.
Para ayudar a los docentes a adaptarse a esta nueva situación, además de contar con la formación adecuada, pueden utilizarse recursos disponibles en páginas web especializadas, en las que se ofrecen consejos sobre la celiaquía en el colegio.