Familia, hay muchas actividades que se pueden hacer juntos pero ninguna es tan gratificante como colaborar para separar bien la basura y reciclar. Al final, se convierte en un buen hábito que dura toda la vida. Os vamos a dar unas actividades para que toda la familia aprenda a reciclar juntos. ¡Lee más!
¿Qué es reciclar?
Es transformar los residuos usados en materias primas para volver a usar. Este es un proceso que se lleva a cabo con los contenedores amarillo, azul y verde.
Por ejemplo, el vidrio pasa por un tratamiento para limpiarlo y separarlo de otros objetos (como tapones). Después se clasifica según el tipo de vidrio y se siguen limpiando impurezas. El último proceso es fundirlo a temperatura baja para convertirlo en calcín y volver a reutilizarlo en la creación de envases de vidrio.
¿Cómo se reciclan los deshechos que se echan en el contenedor amarillo? Lo primero es separar la basura en aluminio, envases, briks, bandejas o mayas de fruta o verdura, etc. Luego se tritura y se limpia bien para eliminar impurezas o restos de comida. Después se seca o se funde, según el tipo de envase.
El contenedor azul es para papel y cartón. Se disuelve el papel para convertirlo en fibra, se separan impurezas y se elimina toda la tinta. Luego se blanquea con peróxido de hidrógeno o hidrosulfito de sodio.
Consejos para reciclar en familia
Conocer dónde va cada residuo
Al principio parece fácil pero luego surgen las dudas. ¿Un espejo roto va al azul? No, al gris de restos. ¿Los restos de barrer la casa o del aspirador es orgánico? También al gris de restos. ¿Y un tupper de plástico va al amarillo? Tampoco, su sitio es depositarlo en un punto limpio. El primer paso para reciclar bien es conocer qué residuo va en cada contenedor. El contenedor que más dudas genera es el amarillo por la creencia de que es para plástico y no es cierto. Es para envases ligeros que suelen usarse para almacenar la comida cuando la compramos. No va el palo de la escoba roto, cubos, juguetes, etc.
Usar los colores en casa
¿Qué os parece usar cubos en casa de los mismos colores que los contenedores de reciclaje? Incluso se puede poner una pequeña chuleta con dibujos de lo que sí va en cada uno de ellos. Un cubo azul para cartones, cajas, revistas y papeles. Uno amarillo para latas, envases, briks o tapones. ¡Así será más fácil aprendérselo!
Moderar el consumo de agua y electricidad
Por supuesto, una de las cosas más fáciles y sencillas de hacer es tomar conciencia de no malgastar luz y agua. Un simple gesto como apagar las luces de una habitación en la que no hay nadie o cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes hace mucho por optimizar los recursos.
Cambiar las bolsas de compra por bolsas reutilizables y resistentes
Vale la pena hacer este cambio para reducir el uso de las bolsas de plástico. Además, las bolsas de tela son más duraderas y resistentes al peso de nuestras compras. Se pueden limpiar con facilidad e incluso personalizar. Bien dobladas, cabe en cualquier bolsillo. ¿Ya usáis bolsas de tela o de otro material?
¿Es un objeto que ya no usas? ¡Dónalo!
O lo puedes dar a un amigo o vender… El caso es que si tienes por ejemplo una manta que ya no usas, puedes darla a otra persona que sí la necesite. Un objeto bien cuidado tiene años de vida útil y es una lástima tirarlo cuando aún se puede alargar su vida y otra persona lo puede seguir utilizando. Si los niños tienen juguetes que ya no les hacen tanto caso, hay asociaciones de recogida de juguetes. Otro niño le hará más caso y será más feliz con el juguete que tus hijos ya no le hacen caso.
Esperamos que con estas actividades de reciclar en familia podáis estar juntos colaborando y que tengáis más conciencia de intentar llevar una vida un poco más sostenible. Puedes leer nuestro artículo de cómo ser más sostenible.