Seguro que has oído hablar del concepto de grasas. Muchas veces, afirmando que debemos disminuir o eliminar su consumo en nuestra dieta, pero… ¿la realidad es así? ¿Todas las grasas son iguales? ¿Debemos tratarlas por igual? ¡Te damos la respuesta!
¿Qué son las grasas?
Son un nutriente que sirve como fuente de energía para nuestro cuerpo, cada gramo de grasa nos aporta 9 calorías. Además, desempeñan otras funciones muy importantes. Constituyen una reserva importante de energía en el tejido adiposo (graso), colaboran en la regulación de la temperatura corporal, envuelven y protegen órganos como el corazón y son el vehículo de vitaminas liposolubles (A, D, E, K). Así mismo, interviene en la formación de determinadas hormonas y membranas celulares, entre otras muchas funciones en el organismo.
¿Qué son las grasas?
La respuesta es no, ni todas son iguales, ni debemos consumirlas por igual. Hay diferentes tipos y es importante destacarlo. A modo general, podemos diferenciar tres tipos de grasas que debemos observar.
Grasas buenas o insaturadas: Dentro de este grupo encontramos dos tipos.
- Por una parte, las grasas o ácidos grasos monoinsaturados. En este grupo el más representativo es el ácido oleico, que protege nuestro sistema cardiovascular, ya que ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre (aumenta el colesterol bueno y reduce el malo). ¿Dónde podemos encontrarlo? Se encuentra en los alimentos como el aguacate, las aceitunas y el aceite de oliva.
- Por otra parte, tenemos las grasas o ácidos grasos poliinsaturados. Su función principal es controlar los niveles de colesterol, reduciendo así, el riesgo de formación de trombos y coágulos. A este grupo pertenecen el omega 3 (ácido linolénico) y el omega 6 (ácido linoleico), que son ácidos grasos esenciales. ¿Qué significa esto? Pues que nuestro organismo no puede producirlos por sí solo, es decir, debemos ingerirlos mediante los alimentos.
Grasas malas o saturadas
- Estas tienen efectos negativos en nuestro organismo, tienden a elevar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre si se consumen en exceso, por tanto, debemos vigilar su consumo.
Grasas trans
- Son grasas insaturadas que se han modificado durante el proceso de fabricación de alimentos, para cambiar su textura. Este proceso convierte la grasa insaturada en grasa trans, que tiene efectos negativos en nuestro cuerpo. Podemos encontrarlas, sobre todo, en platos preparados, en fritos industriales, en mantequillas, entre otros.
¿Qué debo tener en cuenta en la dieta?
Cabe destacar que el consumo de grasas, en condiciones normales, debería representar más o menos un 30% de la energía total de un día, no obstante, de este porcentaje, como mucho el 10% debería ser de grasas saturadas. Es importante, por tanto, disminuir el consumo de alimentos como los fritos, comida rápida, mantequilla, embutidos, etc.
Por otra parte, hay que potenciar el consumo de aquellos alimentos que contengan grasas buenas. El aceite de oliva, aguacate y aceitunas, por ejemplo, contienen grasas monoinsaturadas. ¿Y las polinsaturadas? El pescado azul es una muy buena fuente, así como los frutos secos, en especial las nueces, almendras y avellanas.
¿Sabes lo saludables que son los frutos secos?
Hay mucha evidencia que prueba que el consumo diario de frutos secos contribuye a cuidar nuestra salud. Son una muy buena fuente de grasas saludables omega 3, que ayuda a cuidar la salud cardiovascular. Además, aportan cantidades importantes de fibra, vitaminas y minerales. Así que, ¿a que esperas para introducirlos en tu dieta?
En definitiva, como te hemos explicado, lo importante no es prescindir de las grasas, sino consumir cada una de ellas en la proporción adecuada para obtener los máximos beneficios.