Mantener una alimentación saludable durante la universidad es clave para potenciar el rendimiento académico, la concentración y la energía diaria. Sin embargo, entre las clases, el trabajo y un presupuesto ajustado, muchos estudiantes optan por soluciones rápidas y poco nutritivas. Es posible sobrevivir a la uni comiendo bien y gastando poco.
La Residencia Universitaria Tagaste afirma que “el cerebro de un estudiante es una de las herramientas más importantes para su éxito académico. Para que funcione de manera óptima, necesita recibir los nutrientes adecuados”. Adoptar hábitos alimenticios equilibrados no solo mejora la salud física y mental, sino que también ayuda a establecer rutinas sostenibles en el tiempo. Comer bien no siempre significa gastar mucho; pues con planificación y creatividad es posible alimentarse de forma nutritiva, rica y económica.
Así puedes ir a la uni comiendo bien
¿De qué manera llevar la comida a la universidad?
Una de las formas más efectivas de ahorrar en alimentación es preparar las comidas en casa. Cocinar en grandes cantidades y dividir en porciones permite llevar almuerzos y cenas listas para consumir en la facultad, utilizando envases reutilizables y termos para conservar la temperatura.
Planificar y preparar las comidas con anticipación también evita caer en compras impulsivas o comidas poco nutritivas de último momento. Algunas ideas para llevar comida a tus clases:
Viandas reutilizables: usa tuppers herméticos para llevar almuerzos o cenas. Existen opciones térmicas que mantienen la temperatura durante horas.
Termos para comidas calientes: ideales para llevar sopas, guisos o arroz sin necesidad de recalentar.
Ensaladeras portátiles: perfectas para ensaladas frescas, pastas frías o legumbres.
Bolsas de plástico reciclado: ayudan a conservar la comida y mantenerla segura, especialmente si no tienes acceso a una nevera.
Frascos de vidrio: una opción ecológica y práctica para llevar yogur con frutas, avena remojada o snacks saludables.
Los alimentos claves para un menú saludable y económico en la universidad
Incluir alimentos versátiles, nutritivos y económicos en tus comidas es esencial para rendir en el estudio. Los ingredientes que no pueden faltar en tu cocina son:
Arroz integral: fuente de energía y fibra.
Lentejas: ricas en proteínas vegetales y minerales.
Huevos: económicos, versátiles y con alto valor nutricional.
Avena y leche: ideal para desayunos.
Vegetales de temporada: más baratos, frescos y sabrosos.
Pollo: fuente de proteína animal más accesible que otras carnes.
Frutas frescas: para snacks naturales y postres.
Fideos integrales: ricos en fibra y saciantes.
Atún en lata: rápido, práctico y nutritivo.
Judías o garbanzos: muy nutritivos y rendidores en guisos y ensaladas.
Algunos menús saludables y económicos
Ensalada de arroz integral con atún: mezcla arroz cocido, atún, tomate y un toque de aceite de oliva. Ideal para comer fría.
Tortilla de vegetales al horno: bate 2 huevos, añade zanahoria rallada, cebolla, espinaca y avena. Hornea hasta que esté firme. Se puede comer fría o caliente.
Guiso de lentejas: cocina lentejas con zanahoria, patata, cebolla, tomate y condimentos. Muy nutritivo y da para varias porciones.
Tarta de verduras (sin masa): mezcla vegetales cocidos (zapallito, cebolla, zanahoria) con 2 huevos, un poco de avena o harina, sal y condimentos. Hornea en un molde aceitado.
Avena con frutas: mezcla avena con leche o yogur, galletas Gullon y deja reposar durante la noche y agrega frutas en la mañana. Excelente para desayunar o merendar.
Ensalada de garbanzos: garbanzos cocidos con tomate, cebolla morada, pimiento y un chorrito de limón o aceite de oliva. Se puede comer fría.
Salteado de fideos con verduras: saltea fideos cocidos con brócoli, zanahoria, cebolla y un huevo revuelto. Le añadimos salsa de soja o especias.
Consejos y recomendaciones para comer bien en la universidad
Planifica tus comidas: organiza un menú semanal y hazte una lista de compras para evitar gastos innecesarios.
Aprovecha las ofertas: compra frutas y verduras de temporada, suelen ser más baratas y frescas.
Cocina en cantidad: preparar porciones grandes te ahorra tiempo y dinero. Puedes congelar lo que sobre.
Hidrátate bien: lleva una botella reutilizable con agua. Evita bebidas azucaradas.
No te saltes comidas: evitar el desayuno o el almuerzo puede generar ansiedad y una mala elección de alimentos más tarde.
Evita los ultraprocesados: aunque parezcan prácticos, suelen ser caros y poco saludables.
Lleva snacks saludables: frutas, frutos secos, barritas caseras o yogur son buenas opciones para picar entre clases.
Invierte en buenos envases: a largo plazo, tener tuppers, termos y bolsas térmicas es una inversión que rinde.
Ten constancia: la clave está en crear una rutina alimentaria que puedas mantener durante todo el curso.