DORMIR Y ESTUDIAR SON ALIADOS

Aunque no lo creas, dormir y estudiar son aliados y no enemigos. Hay numerosas investigaciones que constatan que dormir después de estudiar ayuda a memorizar. Te contamos que es preciso descansar bien para rendir mejor.  

Una buena calidad del sueño permite no solo que tengamos mayor y mejor memoria para retener todo lo que queremos aprender, si no que permite estar con más energía durante el día y, por tanto, rendir mejor. 

Por qué es importante dormir correctamente

En el proceso de dormir, entran en juego diversos elementos que tienen lugar durante el sueño y que afectan a nuestra vida cotidiana, en especial cuando estamos en época de exámenes.  

1. Melatonina 

Es una hormona del cuerpo y su función principal es inducirnos al sueño. La producción y liberación de melatonina se relaciona según la hora del día, aumenta por la noche y se reduce durante el día. 

Diversos estudios muestran que la melatonina reduce la cantidad de tiempo necesario para dormirse, reduce el insomnio, mejora los síntomas de desfase horario, así como el trastorno del sueño.  

2. Serotonina 

Otra de las hormonas que son necesarias en nuestro cerebro. Suele actuar para regular los niveles de estrés, depresión y el apetito, y también regula nuestro bienestar y calidad del sueño.  

La producción de serotonina, que necesitamos para descansar y mejor el sueño, suele aumentar con la luz del sol. También es necesario comer correctamente, llevar una vida activa cuando es de día, y hacer deporte.  

3. Memoria 

El sueño está también relacionado con la memoria. Durmiendo bien y mejor podemos aumentar y siempre mejorar la capacidad de lo que hemos aprendido en el estudio.  

Dormir ocho horas en periodo de exámenes

Una investigación de la Universidad de Baylor (Estados Unidos) y recogido por Europa Press, concluyó que dormir ocho horas durante el periodo de exámenes mejora los resultados académicos, contradiciendo a la percepción de algunos estudiantes universitarios que sacrifican horas de sueño para preparar sus pruebas.

Según investigaciones anteriores, menos del 10 por ciento de los estudiantes universitarios mantienen el promedio recomendado de 8 horas por noche o incluso el mínimo recomendado de 7 horas.

Cómo incentivar el sueño

1. Relax total 

Tras horas de estudio, lo ideal es descansar. Si te cuesta dormir, debes inducir las hormonas serotonina y melatonina como hemos visto mediante el relax.  

Así necesitamos desconectar, pensar en otra cosa, meditar o bien leer una novela para que podamos relajarnos. 

2. Hacer ejercicio 

En vez de estar hasta el último momento con la lección, muchas personas practican ejercicio y así se cansan y pueden descansar de inmediato. 

3. Cena de forma ligera 

Otra de las cosas que podemos hacer para dormir mejor es cenar de forma ligera. Si nos llenamos no haremos la digestión correctamente. Los expertos recomiendan cenar dos horas antes de ir a la cama. 

4. Ducha caliente antes de dormir 

No es una regla general, pero a muchas personas les ayuda. Darse una ducha caliente antes de dormir relaja y uno descansa mejor. 

5. Deja la cafeína 

Te ayuda para mantenerte despierto durante las horas de estudio, pero no es nada buena a la hora de querer dormir correctamente. Esto también pasa con el té, el alcohol y otras bebidas estimulantes. 

6. Crea un hábito  

Para dormir siempre correctamente, hay que crear un hábito. Y esto se consigue yendo a dormir cada día a la misma hora, y despertarse también más o menos a la misma. 

7. No conectarse a pantallas 

Antes de irse a la cama, se aconseja dejar de lado toda clase de pantallas. Consultar el móvil en la cama solo hace que el cerebro se despierte más y no se relaje. 

8. Dormir por la noche 

Si no trabajas en esta franja horaria, entonces siempre es mejor dormir por la noche. Pues es en estas horas cuando tanto la frecuencia cardíaca como la respiración bajan.  

Si aun así poniendo en práctica estos consejos, tu sueño no es del todo reparador, es mejor consultar con tu médico de confianza para dar un tratamiento adecuado. Puede ser algo pasajero o bien alargarse en el tiempo y convertirse en un problema crónico. 

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