TIPS PARA DECIR “NO” AL DESPERDICIO DE ALIMENTOS EN CASA

¿Sabías que en el último año 2021 el desperdicio alimentario en España fue de 1.245,88 millones de kg/litros ¿Y que, en los hogares españoles, es donde se desperdician la mayor parte de esos? Pensamos que tiramos sobras insignificantes, pero no es así. A fin de año la suma de estas microbasuras se traduce en un desperdicio espeluznante.

En respuesta a estas cifras surge la ley de desperdicio alimentario aprobada este junio por el Consejo de Ministros. Dicha ley tiene como objetivo la prevención y reducción de las pérdidas y desperdicio de alimentos por parte de todos los agentes de la cadena alimentaria, entre otros.

¿Cuál es nuestro objetivo?

Mientras las cifras de hambre en el mundo aumentan, un tercio de la comida producida mundialmente se pierde o se desperdicia. Sumando la preocupación por el cambio climático, la lucha contra el desperdicio alimentario cobra aún más importancia. Un menor desperdicio de comida abre las puertas a un uso más eficiente de la tierra y de los recursos hídricos.

5 claves para combatir el desperdicio de comida en casa

Pequeños cambios que apoyan esta lucha tan grande. La creatividad o la planificación son acciones al alcance de cualquier hogar. Aprende a decir “no” al desperdicio con estas 5 claves:

Sé creativo/a

Reutiliza, sé creativo/a en la cocina con las sobras del día anterior. Atrévete con los platos de aprovechamiento:  un wok con verduras, unas peras al horno… encantará a todo el mundo en casa. ¿Y si recuperas las recetas de la abuela? Seguro que allí encontrarás multitud de ideas para no tirar comida.

Aplícate en la despensa, con el método FIFO “first in first out”:

Gestiona tu almacén con un poquito de organización en la colocación de los productos. Es muy fácil: “primero en entrar, primero en salir”, de manera que lo más antiguo será lo más accesible. ¿Qué te parece? Di adiós a los productos olvidados detrás de la nevera/congelador o el estante y a los descubrimientos de alimentos en mal estado durante una limpieza a fondo. Y hablando de limpieza, quizá te ayuda este artículo sobre cómo tener una nevera limpia todo el año. Con ello descubrirás cómo preservar las cualidades de los alimentos durante más tiempo y evitar las contaminaciones cruzadas.

Planifica las comidas:

¡Coge papel y boli, o una app para organizarte! Apúntate todo lo que tengas en la despensa, nevera, congelador… y planifica las posibles comidas en función de la comida que dispones. Esto te ayudará a tener conocimiento de todo lo que tienes en casa y, te permitirá no comprar de más y así hacer una compra inteligente. Evitarás tirar un montón de comida o comer productos pasados por falta de rotación en casa. No te quedarás sin nada ni tampoco te faltará de nada. Siempre puedes asegurar un pequeño stock de productos menos perecederos como pasta, arroz, legumbres secas, cereales, conservas…

Aprende a distinguir el “Consumo preferente” de la “fecha de caducidad”:

Cuando nos referimos a “fecha de caducidad” hablamos de seguridad (posible efecto nocivo para la salud del consumidor). En cambio, el “consumo preferente” tan solo hablamos de calidad (sin efecto nocivo para la salud). Conocer o no la diferencia de estos dos conceptos se traduce en la práctica de desperdicio directo de alimentos y bebidas que aún podrían consumirse (alimentos con consumo preferente). Esta información la encontrarás en el etiquetado del producto junto a su información nutricional. Aun así, cabe destacar que ante todo debemos asegurarnos de que el envase de dicho producto se encuentre en buenas condiciones y ha sido almacenado correctamente.

¡Congela!:

Cocinar de más ya no es excusa para tirar comida. Congelar comida ya hecha te permitirá volver a disfrutar de un plato como si estuviera recién hecho. Recuerda que siempre tienes que congelar la comida cocida cuando haya alcanzado la temperatura ambiente, ¡nada caliente al congelador! Además, puedes congelar también productos crudos como carnes, pescados e incluso verduras. Pero ojo, estas últimas deberán escaldarse primero. Y para terminar… no olvides algunos truquitos: congela en porciones para que te sea más fácil descongelar la parte que necesitas consumir y siempre bien envueltos y etiquetados (nombre del producto y fecha de congelación).

Ideas de recetas anti-desperdicio

1.      Mermelada: si tienes gran cantidad en fruta madura en casa, puedes optar por hacer una mermelada super deliciosa. Atrévete con una mermelada de manzana, por ejemplo.

2.      Hummus: si en alguna ocasión hiciste garbanzos, o cualquier otra legumbre, de más, y te viste en la obligación de tomarlas incasablemente o tirarlas, tenemos la solución. Atrévete con la diversidad de recetas con hummus. Sorprende a toda la familia y a los más pequeños con recetas coloreadas y muy nutritivas.

3.      Refréscate y llénate de vitaminas: con el excedente de fruta puedes optar por opciones más ligeras. Un delicioso refresco que te ayudará a mantener la hidratación de una manera mucho más sabrosa.

3 apps para luchar contra el excedente de alimentos

1.      Too good to go: una aplicación donde los comercios pueden poner la comida que les sobra del día a un precio reducido.  ¡Empieza a salvar comida con esta app!

2.       Phenix: una app que funciona en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla, Alicante y Palma.

3.      Encantado de comerte:  ofrecen a los consumidores una alimentación de calidad y variada con ofertas desde el 50% de descuento.

¡Tu granito de arena sí suma, y mucho!

Aplica las recomendaciones en casa y difunde la necesidad de cambio.

La lucha contra el desperdicio de alimentos te beneficia a ti y a muchos. En tu hogar cuando desperdicias pierdes una oportunidad de consumo de alimentos buenos. En contexto sociocultural, el desperdicio de cada uno de nosotros en nuestros hogares disminuye la probabilidad de alimentar a los más desfavorecidos. Es decir, contribuye al crecimiento de las cifras de hambre en España y a nivel mundial.

Los pequeños pasos que podemos dar para se traducen en un gran paso para ayudar a combatir el hambre y la propia economía familiar. Únete a este proyecto común: sumamos salud y sostenibilidad.

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